martes, 21 de mayo de 2013

Muerte de sus hijos y vida en soledad.


Luego de la muerte de Fernando, el esposo de Rita, los hijos se llenan de odio y deseo de venganza, juran vengar a su padre. Rita les habla, les insiste, hace penitencia y ora incansablemente. Pide incluso que el Señor se los lleve antes que cometan semejante pecado.
Una peste invade a Europa y llega al pueblo de Rita a Italia, a Casia, a Rocaporena. Los dos hijos queridísimos del alma ya con paz en sus corazones, entregan sus almas al Creador.
Rita queda sola en el mundo. Sus padres ya habían muerto cuando ella tenía veintiún años.
 
Meditación...
 
Rita perdona y eso mismo inculca a sus hijos. Al ver que no puede conseguir que abandone la idea de venganza, pide al Señor se los lleve por evitar un nuevo crimen, y el Señor atiende su súplica.

Pidamos a Jesús que así como Santa Rita supo fortalecer su corazón
con todas las penas, sufrimientos y soledad,
podamos continuar agradando a Dios
con nuestras obras, lejos del rencor amando
y respetando a los demás.

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