jueves, 16 de mayo de 2013


La infancia y la contemplación de Rita.
 
 
La infancia de Rita fue una infancia feliz. Admiraba, contemplaba y cuidaba la naturaleza, era muy amable y dócil con las personas que la rodeaban: padres, familiares y amigos. Siempre estaba dispuesta, aún con su corta edad, a servir. Se sentía protegida por los ángeles y el mismo Cristo y es así que por medio de ellos irradiaba esa luz que tenía.
Sus hora de contemplación la ayudaron a cultivar virtudes como la paciencia y la templanza.

Meditación...

Rita tuvo una infancia como vos, como tu hermano, como tu primo, tu vecino, como tu amigo...
Vos tenés hoy la gracia de conocerla y de parecerte a ella.
Verla y contemplarla en un altar, en la iglesia, en una imagen debe darte el ánimo para rezar y acercarte más al mismo Cristo.
Rita te dice: "La oración perseverante puede encontrar soluciones donde no la hay. La pureza de la infancia no se mancha".

Niña nuestra te pedimos hoy, que nos concedas la gracia
de conservar nuestra infancia para la gloria de Dios
y tener la perseverancia en la oración para llegar a Dios.
Amén.

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